Jueves 16 de abril del 2020

El día del médico salteño en homenaje al Doctor Oñativia

Hoy, en plena pandemia mundial, la memoria de Arturo Oñativia nos recuerda que garantizar el acceso igualitario al derecho a la salud y de calidad es la base de una sociedad democrática.
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Para el existencialismo, el ser se desarrolla en el devenir del tiempo. Es decir, el ser se construye en función de sus facultades en una amplia gama de posibilidades.


Así el tiempo de vida de una persona tiene dos momentos fundamentales, el inicio y el fin de su existencia finita, la cual está marcado por su nacimiento y fallecimiento. Cuando termina la experiencia física, para aquellos que creen en la inmortalidad del alma y del espíritu, consideran que existe un plano transcendental que es el metafísico donde persiste el ser.


Distintas culturas y de diferentes modos, las comunidades y sociedades, celebran el natalicio y conmemoran el deceso de sus miembros. De modo, que mientras en el primero se ensalza con alegría un hecho solemne, en otro se recuerda a alguien o algo ya sea en razón de felicidad o de tristeza. Así, por ejemplo, se celebra navidad y se conmemora la pasión de Cristo, haya que según su tradición celebran pascuas una vez vencida la muerte por la resurrección.


En la Grecia clásica, la felicidad era concebida con la vida plena, es decir, la misma se alcanzaba tras el fallecimiento de una persona. Esa suma de alegrías y tristezas, de conquistas y retiradas. Por ello, aún hoy recordamos las fechas en que termina la existencia física de los seres estimados. Conmemorando el paso a la inmortalidad del Gral. Martin Miguel de Güemes, Gral. Manuel Belgrano o al Gral. San Martin.


En Salta, y después de largo preámbulo, el 16 de abril se celebra el día del médico salteño en honor al Dr. Arturo Oñativia. Promulgado por ley provincial 7.522 se eligió celebrar el natalicio del reconocido médico salteño.


Un día como hoy de 1914, nace en Salta el Dr. Arturo Oñativia, siendo el segundo de cinco hijos de Don José María Oñativia y Doña Delicia Moreno Boedo. Tras terminar sus estudios en el Colegio Belgrano y el Colegio Nacional de Salta, ingresa a estudiar medicina en la Universidad de Buenos Aires, donde egresa como médico en 1940, defendiendo su tesis y alcanzando como calificación final sobresaliente. Y posteriormente, realiza su posgrado en Endocrinología.


Comienza su carrera profesional como médico clínico en el Hospital de Emergencias Psiquiátricas T. Alvear de Buenos Aires y en 1942 como médico endocrinólogo en el Hospital Rivadavia, de esa misma ciudad. Asimismo, durante esos años se desempeñó como docente en la Universidad de Buenos Aires.







En 1955, regresó a Salta y fundó el Instituto del Bocio, y luego Endocrinología, siendo precursor en la erradicación de esta enfermedad que tanto afectaba a la población del norte argentino. Y por crear un modelo hospitalario de calidad de atención, de alto conocimiento científico y con su formación de profesionales.


Como dirigente político, militó en la Unión Cívica Radical, llegando a ser presidente del Partido en Salta. Y en 1963, por su trayectoria profesional y militancia, el Dr. Arturo Umberto Illia lo designa como Ministro de Acción Social y Salud Pública de la Nación; cargo que desempeñó hasta 1966.


Destituido el Dr. Illia  por el golpe cívico militar, Oñativia regresa a su provincia natal perseguido políticamente, calumniado y sin recursos económicos. Quedando destituido de la Dirección del Instituto que él mismo había fundado, continúa sus actividades como docente e investigador. Preocupado por los graves problemas de desnutrición crea el Instituto de Investigaciones de Enfermedades Nutricionales, así como las carreras de Lic. en Nutrición y Enfermería Universitaria. También se desempeñó como profesor titular de la cátedra problemas socioeconómicos del noroeste argentino.


De prestigio nacional e internacional, el Dr. Arturo fue miembro de la Academia Nacional de Medicina, la Academia Nacional de Córdoba y en 1982 fue premiado y distinguido por el premio Kónex en Bromatología, Nutrición y Tecnología de Alimentos.
En 1983, cae enfermo situación que lleva a declinar su candidatura a gobernador de la provincia de Salta. Fallece el 1 de abril de 1985.



Gobierno del Dr. Arturo Illia


El 12 de octubre de 1963, asume come presidente de la República el Dr. Arturo Umberto Illia, quien lo designó como Ministro de Asistencia Social y Salud Pública, Arturo realizó un exhaustivos plan que incluía medidas frente al chagas, paludismo, viruela, difteria, tifoidea, coqueluche y tétanos.


Además, buen médico del interior del país conocía las secuelas de la pobreza en las comunidades sostuvo que las políticas sanitarias debían acompañarse de una fuerte coordinación de desarrollo económico y social.


Impulsó la reforma del sistema hospitalario nacional que proponía la autarquía administrativa y financiera de estos efectores, la extensión de horario de atención y la atención a obras sociales y particulares.






Crea el Servicio Nacional de Agua Potable a efectos de garantizar la provisión de agua potable a comunidades rurales y, a través de la Ley 17.259, la obligación de usar sal enriquecida con iodo para erradicar el cretinismo vicioso.


Además, la Escuela de Salud Pública de la UBA tuvo un importante impulsó durante su gestión.
La ley de medicamentos o Ley Oñativia,  16.462 y 16.463, establecía a los fármacos como bienes de carácter social al servicio de la salud. En función de ello, estableció la receta por nombre genérico de la droga, el control del precio según el costo de producción tanto como respecto al contenido mismo de las sustancias. Asimismo, fijó límites a los gastos en publicidad y pagos de regalías al exterior así como a la importación de insumos fabricados en el país.


Está política generó presión por parte de los laboratorios extranjeros e incluso de los organismos internacionales de crédito que supeditaron la negociación de la deuda y la concesión de nuevos préstamos a condición no se aprobara la norma.


Finalmente, con el cobarde golpe cívico-militar de 1966, la Ley Oñativia -aprobada por amplio consenso en el Congreso- fue derogada. El usurpador Onganía apoyado por medios, sindicalistas, opositores e intereses foráneos dieron fin a un gobierno constitucional, eficaz y honesto. Un gobierno que había mejorado sustancialmente los indicadores socioeconómicos país como ningún otro en su historia.


Hoy, en plena pandemia mundial, la memoria del Dr. Oñativia nos recuerda que garantizar el acceso igualitario al derecho a la salud y de calidad es la base de una sociedad democrática. 







Por Oscar Oñativia
Licenciado en Relaciones Internacionales




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